TFG bloqueado: 3 causas y soluciones

En el tiempo que llevo dedicándome a tratar con estudiantado universitario (más de 15 años en distintas etapas), detecto una constante que me preocupa: afrontar el TFG produce bloqueo mental. Son muchas las personas que sufren nerviosismo, ansiedad e incapacidad para ponerse a ello. Al principio es algo leve, que creen que pasará en cuanto decidan emprender la tarea. Pero a medida que se va acercando el momento, sienten miedo y otras emociones negativas que pueden llegar a convertirse en estrés y parálisis. La raíz es siempre la misma: no sentirse preparado para hacer un TFG. Si encima el apoyo es escaso, tenemos los ingredientes para desatar la tormenta perfecta.

¿Es para tanto? En algunas casos sí y termina perjudicando mucho a quien lo sufre, no ya por la procrastinación, sino por síntomas psíquicos e incluso fisiológicos (somatización del estrés en forma de nerviosismo, temblores, sudoración, taquicardias, tristeza, apatía e insomnio, entre otros signos visibles). Pero no es algo anormal ni malo: resulta muy frecuente y es posible solucionarlo si entendemos el origen. Por eso hoy me he decidido a tratar el tema en este post. Sigue leyendo y descubre cómo derribar esos obstáculos.

1. Miedo a lo desconocido

Seamos sinceros: hay muchas cosas sobre el TFG que nadie te ha contado. Quien nunca ha hecho un TFG inicia un camino que no ha transitado antes ¿Por dónde empezar?. Además, la universidad presencial todavía depende mucho de estrategias pasivas de aprendizaje que no sirven para el TFG. ¿Quién no temblaría ante un reto así? Sentir pánico hacia lo desconocido es muy normal, forma parte de nuestros mecanismos adaptativos. Pero si ese mecanismo paraliza, nunca podremos aprender. Para superarlo, tómatelo como un ensayo, una prueba de aprendizaje. Estás madurando y el TFG es un escalón más que superar en tu camino: aprovéchalo para cometer errores, rectificarlos y sacar algo positivo de todo ello. Aprender haciendo (el famoso learning-by-doing) suele ser muy eficaz.

2. Falta de preparación previa

En la estela del aprendizaje pasivo que mencionaba antes, tal vez el bloqueo surja de malos hábitos de estudio y preparación, como por ejemplo sentarte ante el ordenador con la esperanza de que llenar carillas te haga salir del atolladero. Spoiler: no. Quien no tiene claro el rumbo nunca hallará vientos favorables. Antes de desarrollar el tema, hay que hacer bien el trabajo previo: un plan de investigación [aprende a hacerlo aquí y aquí], contextualizar el marco teórico, hablar con el tutor… y por supuesto, informarse [la biblioteca es el sitio ideal].Un buen manual para entender los tiempos, los motivos y las fases de una investigación también te ayudará a Sobrevivir al TFG sin mayores contratiempos.

3. Pocas lecturas

Nada nace sin alimento. Si las lechugas o patatas que llegan a nuestra despensa han sido cultivadas por alguien, lo mismo sucede con el intelecto. A menor cantidad de información, mayor nivel de inseguridad. Para poder investigar, hacerse preguntas y responderlas, hay que leer. Y no me refiero a un par de gruesos tomos hojeados por encima, sino a papers recientes, informes, monografías, datos actualizados… todo lo que pueda ser de utilidad para tener un contexto amplio sobre tu tema. Toma notas, haz esquemas. No es conveniente ponerse a escribir sin haber leído lo suficiente porque habrá más huecos que certezas y eso solo puede conducir a la desmotivación [Claves para redactar aquí y aquí]. Cuando el esqueleto de tu TFG se sustente por sí mismo, no habrá bloqueo que te pare 😉

Sentir miedo y nervios ante el reto de hacer bien el TFG es algo común y habitual. No lo ignores, pero tampoco lo magnifiques. Para que solo sea una fase y no arruine tu esfuerzo, debes plantearte pequeños retos cada día y ordenar las sesiones de trabajo para ser productivo sin sufrir. Siguiendo estos consejos y siendo constante, ya puedes decir adiós al bloqueo del TFG. En Docendo Discitur puedo darte un plan personalizado para tu caso.