Hacer un TFG o TFM es un proceso largo de cierta complejidad. La elección del/a tutor/a es una variable fundamental, que a veces no depende del estudiante. Además, las personas encargadas de la tutela dirigen varios trabajos a la vez y suelen tener apretadas agendas que absorben continuamente su tiempo. Para un/a alumno/a sin experiencia, su trabajo fin de titulación puede llegar a ser estresante. Es frecuente sentirse desbordado/a por la tarea e incluso abandonado/a. ¿Cómo gestionar la relación con la persona que va a dirigir tu investigación? Te doy unas claves para sacarle provecho y avanzar hacia tu objetivo: conseguir un trabajo de investigación de calidad.

1. Alimenta el respeto y la confianza
En la primera reunión es importante que quede claro lo que esperáis el uno/a del otro/a. Si ya os conocéis será más sencillo, pero si nunca te ha dado clase o teníais poca relación previa, es importante que rompáis el hielo. Establecer las vías y formas de contacto o el calendario de seguimiento es una buena forma de hacerlo. Sé honesto/a y realista. No tengas miedo en expresar dudas o temores: son emociones muy normales y todo principiante las experimenta. Pueden ser una puerta para que os conozcáis mejor y empecéis a ejercer esa confianza tan necesaria para poder trabajar juntos. También te interesa tener muy claro lo que NO debes exigirle a tu tutor porque no forma parte de sus funciones.
2. No te pares: haz
En clase, tú recibes información y luego haces exámenes, pero esta dinámica no sirve para un TFG o un TFM. Investigar es un proceso que conduce a un resultado y para lograrlo, vas a tener que ser un agente activo del mismo. Es importante que sigas las indicaciones que te dé, pero no esperes ser aleccionado/a sobre cómo trabajar. Vas a tener que desarrollar tu propio sistema para enfrentarte a las tareas, e irlo perfeccionando a medida que avances y te sientas más seguro/a con el tema de investigación. Esa habilidad forma parte de tu proceso de aprendizaje.
3. Confecciona un calendario
El tutor/a tiene obligación de estar disponible, pero no va a trabajar para ti. Quiere ver progresos. Exceptuando las reuniones de toma de contacto, el proceso de seguimiento ha de hacerse sobre material concreto. Márcate objetivos (por ejemplo, semanales) y vete tachándolos de tu lista antes de cada encuentro. Si por alguna causa no tienes nada nuevo que enseñarle, es mejor que lo pospongas, explicándole los motivos. Pero ojo: no acumules demasiado retraso, porque al final se te echará el tiempo encima y el exceso de presión puede jugarte malas pasadas. Gestiona bien tu tiempo y saldrás ganando
4. Aprovecha las críticas constructivas
Tras la entrega del primer borrador, es normal que recibas un montón de comentarios como retroalimentación. Si tienes dudas, pregúntale directamente y no te angusties. En cualquier caso, no desesperes ni te lo tomes como algo personal. Haz una lista y procede a corregir tu texto con orden. El objetivo del tutor/a no es castigarte, sino hacerte reflexionar y enriquecer tu trabajo. En último caso, siempre puedes pedir ayuda profesional. En Docendo Discitur puedo ayudarte a dar ese último salto de calidad a tu TFG o TFM.
De la relación con tu tutor/a dependerá en buena medida el éxito de tu trabajo. Si te da apuro preguntarle algunas cosas que crees que deberías saber y no sabes, aquí te dejo la respuesta a 4 preguntas incómodas sobre el TFG.
Sé que cada caso es un universo, y por eso pongo a tu disposición en Docendo Discitur toda mi experiencia acumulada en la universidad. ¡No dudes en consultarme!
11 comentarios en “El tutor, el TFG y tú: 4 claves para que la relación funcione”
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