Empezar el TFG es, como la defensa oral, algo realmente inabarcable. Nunca se agota. A lo largo de mi experiencia como conferenciante y profesora, he visto procrastinación, miedo al TFG e innumerables dudas acerca de cómo comenzar a caminar por la senda del TFG en la que muchos estudiantes se sienten perdidos y solos. Algunas de mis experiencias aparecen recogidas en el capítulo dedicado a la gestión emocional de mi libro Sobrevivir al TFG en Humanidades y Ciencias Sociales.
Seguramente no sea este el último post que escriba sobre el tema. El temor a la página en blanco y la ansiedad que genera no saber si se hace lo correcto atenaza a casi todos en algún momento. Pues bien: asumir responsabilidades y tomar decisiones forma parte de la vida. El TFG es una prueba de madurez que conviene pasar para que deje su poso en cada individuo. Pero no tiene por qué ser un suplicio ni una condena. Este post resume de manera sencilla todo lo que hay que tener claro antes de iniciar el TFG.

6 claves básicas al empezar el TFG
1. Tiempo disponible y plazo máximo de entrega
¿Se puede hacer el TFG en una semana?, me preguntan muy a menudo. Mi respuesta puedes leerla pinchado en el enlace de la pregunta. Más allá de esto, conocer de antemano el plazo de entrega es indispensable para calendarizarte. No es lo mismo tener por delante cuatro semanas que tres meses. Trocea las tareas y procede por orden, adaptándote a tu escenario, pero dejando días de margen por si surgen imprevistos (espóiler: surgirán, así que es mejor que lo tengas en cuenta).
2. Modalidad de TFG
Informarse sobre el tipo de TFG y elegirlo bien no es moco de pavo. Dedica tiempo a esta tarea e investiga cuál es el mejor para ti. Diseñar un proyecto experimental o una intervención educativa no se parece a elaborar un metaanálisis, por ejemplo. Cada modalidad tiene planteamientos distintos y necesitarás distribuir de forma diferente tu esfuerzo. Habla con la persona tutora sin miedo. Si a pesar de todo te asignan un tema que no has elegido, aquí puedes descubrir qué hacer si el tema de tu TFG no te gusta.
3. Tutorías y formas de seguimiento del TFG
La primera tutoría del TFG debe servir para salir con ánimo e ilusión. A partir de aquí, conviene dejar claras las metas y aspiraciones de cada uno. ¿Cuántas tutorías presenciales se van a realizar? ¿Puedes consultar dudas por correo? ¿El tutor leerá partes del TFG o solo borradores completos? Pregunta todo lo que creas conveniente: al profesorado le gusta sentir que el estudiante pone interés. Ten en cuenta que no hay un estilo universal, como ya he explicado, cada docente tiene su propia manera de ejercer la tutela: Dime cómo es tu tutor y te diré cómo tratarlo. Intenta trabajar cuanto puedas. A veces, el exceso de expectativas sobre la función de la persona tutora juega malas pasadas. La mejor medicina es la comunicación (a ser posible, asertiva y honesta).
4. Estructura interna del TFG
Un esquema de los capítulos de tu TFG es un paso fundamental. Habitualmente, cada Facultad edita Guías para facilitar al alumnado una estructura básica que le sirva de iniciación. Sin embargo, conviene adaptarla a cada tema concreto y añadir aquellos subepígrafes que contribuyan a un desarrollo más claro. Hay capítulos que son obligatorios (por ejemplo: Estado de la cuestión, Método…); otros serán voluntarios en función de si aplican o no al tema elegido. Estudia la Guía, pero no la copies: cada TFG es un mundo que habla en singular de quien lo realiza.
5. Recursos y bibliografía para el TFG
Analizar la bibliografía disponible sobre un tema, dónde encontrarla y cómo gestionarla es uno de los núcleos duros de cualquier TFG. Aunque lo más cómodo hoy en día es tirar de portátil e internet, seguramente existirá material que no conozcas y puedes solicitar a tu biblioteca universitaria (a veces, también organizan talleres gratuitos en los que enseñan a aprovechar su catálogo). Si tu TFG necesita de la obtención de permisos, entrevistas con terceras personas o consulta de archivos, debes prever los desplazamientos. Ten en cuenta todo esto en la planificación del tiempo para no llevarte sustos en el último minuto.
6. ¿Cómo será la defensa oral?
Conocer de cuánto tiempo se dispone para exponer el TFG y en qué orden se hará es información crítica para poder diseñar material de apoyo que potencie las virtudes y minimice los defectos de tu trabajo. Te conviene saber qué hacer y qué no, evitar errores en la presentación audiovisual o cómo contestar al tribunal. Cualquier detalle es válido para usarlo en tu provecho: piensa que eres ya un profesional (aunque no tengas título) y debes vender tu producto (es decir los hallazgos del TFG) al tribunal. Ensaya, memoriza ideas-fuerza y aprende a captar la atención de tu público, igual que hacen los actores o las estrellas de la música. Nada surge espontáneamente: una buena defensa es fruto de un intenso esfuerzo que debe florecer en no más de 15 minutos.
Parece difícil al principio, pero te sentirás realmente orgulloso u orgullosa de ti cuando logres sacar adelante tu TFG. Y si necesitas un apoyo extra, no dudes en utilizar la sección Contacto para escribirme. ¡Docendo Discitur es el mejor camino hacia el éxito!
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