Si algo me ha quedado claro en los diez años largos que llevo dedicándome a asesorar y corregir TFG y TFM es que a los estudiantes le da pavor. [Puedes leer aquí: TFG bloqueado: causas y soluciones] Muy pocos son quienes lo viven como una experiencia positiva (que es lo que debería ser). Estos afortunados han tenido tutores empáticos, buena tutela y además suelen estudiantes vocacionales a los que les encanta su grado. Soy consciente de que tal mezcla de circunstancias no es la habitual y los miedos que pueden surgir son variados. [Puedes leer aquí: Cómo afrontar emociones negativas]
Este post va destinado a todos aquellos que se han sentido carcomidos por la inseguridad en algún momento, con el objetivo de explicar y quitar hierro a los miedos que pueden amargar un TFG. Si es tu caso, mantén la calma: es normal y no eres ningún bicho raro. Sin perder la serenidad, sigue leyendo.

1. ¿Estaré haciendo bien el TFG?
Desde que empezamos nuestra andadura escolar, nos acostumbramos a ser llevados de la mano hacia las metas que marca el currículo académico. La investigación es justo lo contrario: soledad, desafío y, sobre todo, independencia. [Puedes leer aquí: Cómo afrontar el estrés académico]. Si alguna vez te has preguntado si estás haciendo bien el TFG, ¡enhorabuena!. Significa que has entendido lo que significa ser una persona investigadora y pones en duda tus logros para perfeccionarlos. La respuesta es: sí lo estás haciendo bien. Surgirán dudas y habrá fallos pero para eso debes cultivar la relación con tu tutor (o incluso cambiarlo si no consigues entendimiento). Investigar es una actividad que cambia nuestros esquemas de pensamiento y exige un proceso. Vivirlo con intensidad es hacer bien el TFG.
2. ¿Tengo claros los objetivos del TFG?
Los objetivos son la base de cualquier TFG exitoso. ¿Qué entendemos por éxito? Si los objetivos están bien formulados, son realistas y son medibles ten por seguro que serán unos buenos objetivos para tu TFG. [Puedes leer aquí: Qué es un plan de investigación I y II]. Dedica a ellos todo el tiempo necesario: dale vueltas, piensa bien las hipótesis de investigación o la pregunta PICO, plantéate escenarios distintos hasta dar con aquello que realmente refleje qué quieres conseguir con tu TFG. El tiempo invertido en los objetivos nunca es tiempo perdido: en ellos y en la metodología late el corazón de cualquier investigación.
3. ¿Le gustará al tribunal mi TFG?
El reconocimiento de los demás es básico para nuestra autoestima y para mantener buenas relaciones. Somos porque los demás nos hacen ver que somos y esa proyección nos devuelve información muy valiosa tanto para nosotros mismos como para el entorno. ¡Pero ojo! No caigas en el error de pensar que debes satisfacer al tribunal con tu TFG. Una investigación sólida y fundamentada es ante todo un compromiso con uno mismo y con la ética científica. [Puedes leer aquí: Por qué debes huir del plagio en tu TFG]. Olvida por un momento TikTok, Instagram y todo lo que crees que sabes porque lo has visto en redes sociales y baja a la realidad. El tribunal lo valorará con objetividad y adecuación a su rúbrica, nada más. Independientemente de su perfección, tu TFG debe ser algo de lo que tú y aquellos a los que quieres os sintáis orgullosos. El premio al esfuerzo no cabe en una nota: es, simplemente, vivir la experiencia de haberlo conseguido.
Como ves, sentir miedo ante el TFG es algo normal y hasta saludable, siempre que no interfiera con otras esferas de tu vida. Ser honesto, constante y meticuloso es el camino para hacer un buen TFG y disfrutarlo. En mi manual Sobrevivir al TFG tienes un capítulo dedicado a la gestión emocional. En Docendo Discitur podemos ofrecerte una ayudita extra si la necesitas. ¡Consúltame!
2 comentarios en “Miedo ante el TFG: cómo afrontarlo”
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