Psicología y emociones, TFG

Qué hacer si el tema de tu TFG no te gusta

Al hablar sobre hacer investigación, es frecuente asociar esta tarea a palabras grandilocuentes: emoción, ilusión, pasión, desafío, felicidad, motivación… Todo maravilloso pero, salvo que se trate de la tesis doctoral, nada de eso va a inundar el corazón y las vísceras de un estudiante de pregrado. Ya he respondido aquí a preguntas incómodas sobre el TFG. Hoy quiero dedicar este post a una realidad que nunca se verbaliza: No me gusta el tema de mi TFG: ¿qué hago? Ante todo, conservar la calma. No hacer match con el tema de tu TFG es más común de lo que parece y se puede superar.

Lo primero que debes saber es que no te pasa nada raro ni malo. Simplemente eres un estudiante que nunca ha hecho lo que te piden que hagas, con muy poca ayuda externa, además. Las emociones negativas aparecerán y tendrás que lidiar con ellas. Al igual que sucede con la atracción amorosa o la amistad profunda, la conexión entre TFG y su autor o autora no va a surgir si no se cultivan unas bases mínimas con anterioridad. La buena noticia es que tú y tu TFG podéis llevaros bien durante el proceso aunque no haya pasión desbordante entre vosotros. Sigue leyendo para saber cómo abordar un TFG cuyo tema no te gusta.

Un planteamiento asequible y objetivos modestos te darán un TFG digno sin sufrir [Imagen: Pixabay]

1. No te desanimes: piensa en positivo

Lo más obvio es a veces lo más difícil: motivarse. Puesto que el TFG es un paso irrenunciable para alcanzar el Grado, busca el lado positivo y no te cierres en banda: al menos, habrás leído mucho y aprendido algo nuevo. Leer y tratar documentación amplía vocabulario, ayuda a pensar y es, en definitiva, gimnasia mental. Practicar con vistas a vencer el miedo a hablar en público u obtener algún aprendizaje práctico para el mundo laboral también son excelentes recompensas.

2. Cumple los requisitos mínimos

Empápate de la Guía de tu facultad y apunta datos clave: número mínimo de páginas, tipos de TFG que se pueden presentar, plazos, convocatorias, asignación de tutor, etc. Con toda esa información, haz un plan de investigación que encaje con el tiempo disponible y aspira a un TFG digno, pero sin grandes alardes. Con cumplir lo exigido para salir del paso será suficiente. [Puedes leer aquí: TFG en una semana, ¿es posible?]. Ya tendrás tiempo de investigar en los temas que te gusten (si es que eliges esa orientación). Si lo que quieres es buscar trabajo u opositar, perfecto: son opciones igual de válidas y el TFG no tiene por qué interponerse en tu camino.

3. Plantea objetivos modestos

El diseño de objetivos es fundamental para cualquier investigación. He corregido cientos de borradores y creo que no yerro si afirmo que más de la mitad tenían mal planteada la pregunta de investigación. [Puedes leer aquí qué es la Pregunta PICO]. En muchos casos, la falta de motivación surge de una investigación sobredimensionada, que resulta imposible de afrontar. Es mejor escribir tres objetivos y cumplirlos en los resultados, que diez mal formulados que no llevan a ninguna parte. Ojo: no estoy diciendo que sirva cualquier cosa, sino que el tema y su abordaje sean asequibles para ti.

4. Busca el enfoque que encaje con tus aptitudes

Estar matriculado del TFG no implica conocer a fondo todo lo que conlleva, por eso resulta vital informarse antes de las posibilidades que hay y cuál conviene más. Mi post Tipos de TFG: cuáles son y cómo elegir bien acumula miles de visitas (unas 15.000 y creciendo). ¿Eres una persona práctica y te gusta experimentar? Te irá bien un estudio empírico. ¿Te gusta leer? Lo tuyo sería una revisión bibliográfica. No son reglas infalibles, desde luego, pero contar con esa información de partida es un punto muy a favor para resolver el TFG sin sufrir.

En Docendo Discitur nos encanta ayudar y para ello cualquier tema, por espinoso que sea, nos resulta interesante. ¡Consúltame tu caso sin compromiso! ¡Ánimo!

1 comentario en “Qué hacer si el tema de tu TFG no te gusta”

Los comentarios están cerrados.