Hablar en público: 4 claves para seducir

La defensa oral es la última parte importante de la calificación final de un TFG o TFM. En este blog ya he dado trucos para arrasar y también estrategias para contestar al tribunal. Y creo que no serán las únicas veces: es un tema que preocupa (y mucho).

La inevitabilidad del momento no lo hace menos duro: para muchos estudiantes hablar en público es un mal trago. En este post doy claves que pueden servir para la defensa oral, pero también para cualquier otra situación que suponga expresarse ante un auditorio. Por ello, también es muy importante tener desarrollada esta habilidad antes de entrar en el mundo laboral. ¿Te atreves? Vamos allá.

1. Tú mandas: controla la situación

Para esto solo necesitas dos cosas: tener claro qué vas a contar y conectar con el público. ¿Cómo hacerlo? Lleva preparado un buen guion con los datos clave, así como una estructura mental de tu tema. No te precipites: saluda, sitúate y espera unos segundos antes de empezar a hablar. Busca tres puntos de referencia: una cara a tu derecha, otra a tu izquierda y otra en el centro. Ve pasando de una a otra lentamente. Así tu público percibirá que lo individualizas y le hablas directamente. Ya has conseguido captar su atención. Si puedes estar de pie, desplázate de vez en cuando, dominando todo el espacio. Pero cuidado: nada de moverte como si estuvieras en un desfile de moda. Todo en su justa medida, sin brusquedad ni gesticulación excesiva. Vigila las manos. Cuida tu vestuario.

2. No leas: cuenta tu historia

Disponer de un buen guion ayuda a tener éxito, pero no lo asegura. Ni se te ocurra leer: nadie quiere escuchar un sermón. Los datos aburren, las historias enganchan. Desarrolla la línea argumental de tu tema con orden y fluidez, sin envararte ni irte por las ramas. Ejemplo: no es lo mismo empezar diciendo: Buenos días, voy a hablar de la Animación Sociocultural, que decir: Gracias a todos los presentes por escuchar hoy mi defensa sobre un tema que me apasiona: la Animación Sociocultural [y a partir de aquí cuentas por qué en una frase].  Tienes poco tiempo, así que aprovéchalo al máximo contando algo interesante, con datos concretos y que lleve a alguna parte. Tienes que transmitir autenticidad y pasión por tu trabajo. Lúcete sin complejos y que se note tu esfuerzo a la hora de realizar tu TFG o TFM.

3. Ve al grano

Si ni siquiera el espectáculo más despampanante de luz y sonido puede mantener a los espectadores atentos durante una hora, ¿qué te hace pensar que tú sí podrás? Hasta el refranero nos da la razón: lo bueno, si breve, dos veces bueno. Una defensa no suele durar más de 15 minutos, así que no los malgastes. Utiliza lenguaje adecuado, habla con propiedad y modula tu tono. Selecciona solo el apoyo audiovisual que realmente sea necesario y ayude a tu argumentación. No repitas lo que el auditorio ya está viendo, más bien esfuérzate en aportar (ejemplo: si vas a analizar una evolución histórica, deja solo el gráfico y explica tú las causas). La concisión y la capacidad de síntesis se agradecen mucho en una defensa.

4. Sonríe y disfruta

Controlar la respiración y la gestualidad resulta fundamental para no atropellarte. Practica técnicas de relajación para evitar la hiperventilación y calmar mejor la ansiedad. Una dicción adecuada y un volumen correcto son tus mejores aliados. Sonríe, muestra cortesía y haz gala de tus conocimientos. Si disfrutas, no solo se diluirán los nervios, sino que transmitirás entusiasmo a quienes te escuchen. Tal vez no tengas otra oportunidad de contarles lo mucho que has aprendido haciendo tu TFG o TFM: utilízala para mostrar tu valía y sobre todo, para disfrutar de tu momento.

Recuerda: preparar la defensa oral es una parte fundamental de tu calificación. Estás invirtiendo en una mejora importante de tu nota, así que dedícale tiempo y acompáñala de material adecuado. En Docendo Discitur puedo ayudarte a conseguir esa presentación espectacular que necesitas. Consúltame sin compromiso.