4 trucos que suben nota en el TFG (y son más fáciles de lo que crees)

El éxito de un TFG, TFM o tesis depende de muchos factores (el primero de ellos, la definición que aceptemos de éxito), pero al final, no deja de ser un conjunto de tareas bien resueltas siguiendo una estructura lógica. Por ello, es importante saber que un buen TFG puede destacar fácilmente si aprendemos a sacarle partido. Lo mismo sucede con el título: puedes acertar o estropearlo sin querer.

Escribo desde que tengo uso de razón y los escritores prestamos mucha atención a los detalles. Cualquier cosa puede disparar una idea que dé lugar a una historia que contar. Un gesto, una palabra, un zapato sucio, un rictus de una cara, una mirada triste o alegre, una mano que se coloca de una forma determinada o invade otro cuerpo de manera sutil, tal vez buscando lo que la boca de su poseedor o poseedora aún no ha dicho. La vida está llena de detalles que suceden constantemente y de los que apenas nos damos cuenta. Este post pretende mostrar 4 detalles que hacen grande cualquier TFG y son fáciles de aplicar. Toma nota.

1. Índice general y de abreviaturas

Puede que sea el detalle más obvio pero causa muchos despistes. Es la carta de presentación de tu TFG: conviene cuidarlo. Un índice tiene que ir acompañado del número de página (de lo contrario es un esquema). Word permite automatizarlo. Si el tema es muy técnico, requiere de excesiva jerga o se citan muchas leyes, también se agradece un índice de abreviaturas después del general. Transmite pulcritud, orden y, sobre todo, consideración hacia los lectores: ¡ellos no saben lo mismo que tú!

2. Maquetación clara

El aspecto debe acompañar al contenido, invitando a leerlo. Ordena los apartados incluyendo subapartados, de ser necesario. Haz párrafos, usa bien los conectores y no abuses de las frases largas. Cuidado con los excesos: la claridad suele estar reñida con las tipografías recargadas, el colorido o las florituras. La mejor maquetación es la que no se nota: aire entre las líneas de texto, márgenes cuidados, letra limpia y buena jerarquización de títulos. Muchas veces las guías de las facultades ya dan indicaciones concretas que deben seguirse escrupulosamente e incluso ofrecen un modelo de portada. En caso de tener libertad, puede usarse algún dibujo o ilustración siempre que vaya con el tema y sea discreto. Tu TFG es un texto académico, no una novela que va a ocupar un escaparate.

3. Gráficos autoexplicativos

La apoyatura gráfica es muy importante: aporta dinamismo y claridad a todo aquello que no es susceptible de explicarse en texto. En esta categoría entrarían las tablas, los mapas, los gráficos, las ilustraciones y las imágenes. Pero ojo: no supongas que el lector sabe de lo que hablas, debes decírselo. Todo gráfico debe incluir una leyenda breve que lo describa y una fuente para contrastar los datos (si lo has hecho tú, debes indicar: Elaboración propia). Ten cuidado con los derechos de autor y con la difusión de imágenes que comprometan a otras personas o a menores. No todo vale en un TFG.

4. Referencias completas

Evitar el plagio debe ser una regla de oro para cualquier persona estudiante o investigadora. Pero además, las referencias bibliográficas deben ser consistentes y atenerse a una norma. Un TFG magnífico transmite una pésima imagen si sus referencias están incompletas, caóticas o ausentes (sé lo que digo: corrijo desastres a diario). Recógelas por orden alfabético, con todos los datos y sus enlaces correspondientes en el caso de que sean recursos de internet [Lee aquí por qué no debes llamarlos webgrafía y por qué debes ser cauteloso usando Wikipedia]. Una herramienta muy útil son los acortadores de URL, que ofrecen toda la información con limpieza visual.

¿Conocías estos sencillos trucos? Como ves, ganar calidad es fácil si pones un poco de cuidado en tu TFG. En Docendo Discitur estamos para ayudarte. ¡Consúltame tu caso y a triunfar!