El proceso de realizar un TFG es complejo, bonito, apasionante… y estresante. He hablado en este blog de cómo gestionar el miedo al TFG, cómo elegir el tipo de TFG, qué hacer si no te gusta el tema del TFG, cómo empezar, cómo prepararte, cómo acertar con el título o cómo hacer que tu TFG destaque. Supongamos que ya tienes una primera versión: ¿en qué debes fijarte antes de entregar el borrador?
Seguro que no te habías parado a reflexionar sobre esto. Y es normal: has dedicado tantas horas al mismo tema, que tu mente sufrirá un atasco monumental. Por eso, este post pretende ayudar a descubrir 5 puntos clave que debes repasar (sí o sí) antes de entregar a tu tutor el borrador del TFG. ¿Te interesa? Sigue leyendo.
1. Ortografía
Seguramente habrás sonreído pensando que se trata de una broma. ¿En serio? Pues sí. Muy en serio. He corregido suficientes TFG y TFM trufados de faltas de ortografía como para situar este aspecto en el top 1. Además, si estás a punto de graduarte no puedes exigir a tu tutor que las revise por ti. Vigila erratas, despistes, concordancias y otros detalles gramaticales. Los diccionarios son tus amigos: puedes tenerlos abiertos en versión online en pestañas secundarias mientras redactas. No te arriesgues.
2. Estilo y estructura
Hermano de la ortografía, el estilo puede hacer de la lectura de un TFG una experiencia placentera o directamente insufrible. No se trata de optar al Nobel de Literatura, sino de hacer comprensible lo que quieres transmitir, con orden y rigor. Plantea los epígrafes y los subepígrafes de manera coherente. Secuencia bien los párrafos, usa conectores, despliega sinónimos y evita ideas circulares. Por cierto: aquí te sugiero trucos que funcionan para redactar el TFG.
3. Índices
El plural está ahí a propósito. Un TFG debe tener como mínimo un índice general, pero se le pueden añadir más (de abreviaturas, de figuras, de fotografías, de gráficos). Nunca presentes tu trabajo sin índice aunque sea un borrador. Transmite orden mental, pulcritud y sensación de control sobre el tema. Puedes ver aquí cómo automatizar un índice en Word.
4. Pies de tabla, gráfico o imagen
El aparato gráfico de cualquier TFG ayuda a subir nota, pero solo si aporta información relevante y está bien hecho. Cada tabla, gráfico o imagen debe llevar un breve pie explicativo y una fuente de procedencia. De lo contrario, parecerá que los dibujitos no tienen más intención que decorar el texto. Si lo ha hecho el estudiante, lo indicará con Elaboración propia. La información visual es muy agradecida y hará tu TFG mucho más profesional e interesante. Dedícale tiempo y lo verás recompensado en tu nota.
5. Referencias bibliográficas
Imprescindible. Repito: imprescindible. Todo TFG, o TFM, sea de la modalidad que sea, debe incluir sus fuentes debidamente referenciadas de acuerdo a una norma (APA, Vancouver, Chicago etc). Presentar un borrador sin lista final de referencias puede motivar que tu tutor se niegue a leerlo o corregirlo. En la solidez de las fuentes y en la forma de citarlas está la mitad de la nota de un TFG. Aquí puedes consultar Todo lo que siempre quisiste saber sobre citas bibliográficas o Por qué no usar webgrafía.
Como ves, son aspectos sencillos que se pueden pasar por alto debido a fatiga intelectual, ansiedad, inexperiencia u otros factores personales. Conviene tenerlos en cuenta en la fase de revisión que, sin duda, habrá de repetirse varias veces a lo largo del proceso de elaboración del TFG. Una lectura amena para tenerlo todo claro de un vistazo es mi manual Sobrevivir al Trabajo Fin de Grado en Humanidades y Ciencias Sociales: Todo lo que necesitas saber. Pero si a pesar de todo, crees que te vendrá bien otro par de ojos que agilice el trabajo de revisión del TFG por ti, contacta con Docendo Discitur. ¡No te arrepentirás!
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