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Caso Begoña Gómez: guía para entender qué pasa con su cátedra

El verano es una época informativamente aburrida. Pero el de 2024 no parece serlo. El llamado caso Begoña Gómez y la cátedra que dirige ya se ha convertido en el tema estrella. En este punto, conviene recordar el curioso historial de Pedro Sánchez con la universidad: primero fue el TFM de la hoy exministra Carmen Montón. Luego, las dudas sobre la propia tesis doctoral de Sánchez, que generó colas para consultarla en la Universidad Camilo José Cela hasta que estuvo accesible a texto completo en la web.

¿Qué está pasando ahora? Su esposa, Begoña Gómez, se encuentra en medio de un vendaval judicial por Cátedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva que dirige desde hace varios años en la Universidad Complutense de Madrid. No analizaré pormenores jurídicos porque no son mi especialidad. Pero he escuchado tantos disparates sobre su idoneidad para tal puesto, que intentaré explicar cómo se crea una cátedra, quién puede dirigirla y si es necesario tener o no alguna titulación específica. Si estás saturado de inexactitudes, este post formula y responde 4 preguntas sobre el caso Begoña Gómez para hablar con propiedad sobre su cátedra universitaria.

Begoña Gómez, junto a Pedro Sánchez en Pozuelo de Alarcón en 2019 [Imagen: Wikimedia Commons]

1. ¿Qué es una cátedra y cómo se crea?

Una cátedra es uno de los mecanismos que tiene la universidad para insertarse en el tejido social y colaborar con empresas, entidades o personas. Es un paraguas jurídico a través del cual se firma un convenio de colaboración entre la universidad y la entidad que insta la cátedra. En función del interés del tema, cualquier empresa puede instar una cátedra con su nombre (como por ejemplo, las Cátedras PSA-Citroën o Coren en Vigo, la cátedra RECIPLASA en Castellón… ) y luego la universidad valora si es de interés público y su potencialidad. Para ponerla en marcha, debe constituirse una comisión de seguimiento y dotarse de una cantidad variable de fondos, que ha de renovarse cada año de duración de la cátedra. Por dar una cifra orientativa, las cátedras de la Universidad de Málaga exigen un mínimo de 20.000 euros anuales para su constitución.

2. ¿Una cátedra equivale a una plaza de catedrático?

No, en absoluto. Aunque muchos medios juegan torticeramente con esto, nada tiene que ver el título de Doctor con una cátedra (por mucho que la nomenclatura induzca algo de confusión). Como he explicado arriba, una cátedra se establece por convenio de colaboración con instancias externas a la universidad. Una plaza de catedrático es una convocatoria interna de empleo para docentes en ejercicio con plaza de titulares de universidad que ostenten título de Doctores y cumplan una serie de requisitos. Un catedrático es un funcionario docente que debe haber leído su tesis doctoral. Una cátedra es un mecanismo legal, lícito y regulado para que cualquier universidad y su entorno socioeconómico se beneficien mutuamente en aras del interés general.

3. ¿Se puede dirigir una cátedra sin título de Doctor?

Sí; de hecho es habitual. Dependiendo del tema y nivel de especificidad de la cátedra, es posible que los organismos que la sustentan decidan entregar la dirección a alguien con suficiente currículo o experiencia para ello. Desconozco el nivel de estudios finalizados que tiene en su haber Begoña Gómez, pero lo que sí sé es que no está incurriendo en delito ni falta por dirigir su cátedra sin ser Doctora. Dado que hay organismos externos dotando la cátedra, no tendría sentido imponer solo criterios propios de la universidad. A veces, la empresa que le da nombre tiene interés en que una determinada persona de su plantilla la dirija. Se trata de un cargo técnico que puede o no combinarse con algún cargo académico. La comisión de seguimiento revisará periódicamente su labor, tomando decisiones sobre su rendimiento y cumplimiento de objetivos.

4. ¿Cómo se organiza y gestiona una cátedra?

Cada universidad establece sus marcos generales de funcionamiento y a ellos deben atenerse todos los implicados. Además las obligaciones, aportaciones monetarias, actividades, funcionamiento, duración y prórrogas de cada cátedra deben recogerse por escrito en el convenio de colaboración correspondiente. Lo habitual es que la universidad se quede con un 5-10% de los fondos por cesión de instalaciones para trabajar, provisión de materiales y uso de imagen pública corporativa en los actos, documentos y eventos de la cátedra. La empresa o entidad que firma el convenio puede aplicar los desarrollos obtenidos durante la investigación, o beneficiarse de distintas maneras del trabajo de la cátedra. El dinero público destinado a una cátedra se fiscaliza de acuerdo a la ley vigente y aparece en los presupuestos oficiales de la universidad. Son convenios que se revisan anualmente, con vocación de estabilidad a largo plazo, y no se suprimen salvo que alguna de las partes así lo desee o concurran circunstancias excepcionales, como una quiebra empresarial.

¿Conocías a fondo qué es una cátedra universitaria? ¿Tienes las cosas más claras después de leer este post? En Docendo Discitur estamos siempre al filo de la noticia (incluso en verano) para luchar contra la desinformación y los bulos. ¡Suscríbete y no te pierdas nada!

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