Despido el año en EL SILLÓN DE LEER con un libro relacionado, una vez más, con el cine. Al igual que Ardiente paciencia, este título fue obra de teatro y película antes de pasar a tinta y papel. Su autora, la estadounidense Leonore Fleisher (1932-2009) se especializó en novelizar guiones utilizando también seudónimos masculinos. La historia de una novicia que sufre arrebatos místicos tras parir y asfixiar a su bebé fue llevada a la gran pantalla en 1985 por el director canadiense Norman Jewison (1926-2024). Jane Fonda interpretó a la psiquiatra; Anne Bancroft a la Madre Superiora y Meg Tilly a la novicia del título, que consiguió un Globo de Oro por este rol. El film tuvo tres nominaciones a los Óscar.
Sorprende tanto personaje femenino potente en una trama de hace cuarenta años. Lo cierto es que Agnes de Dios es una historia de mujeres. También una lucha constante entre fe y razón; entre Ciencia y Religión. A medio camino entre el thriller y las historias de monjas, la protagonista queda fagocitada por los continuos duelos dialécticos que encarnan quienes pretenden llevar el dolor de Agnes a su terreno. Un libro que leí en una tarde y me mantuvo expectante hasta la última línea.
Sinopsis
En un convento de Montreal, la novicia Agnes da a un luz un varón que aparece dentro de una papelera asfixiado con el cordón umbilical. Ella sostiene que el embarazo, desconocido para su comunidad, ha sido obra de Dios. La psiquiatra Martha Livingston es designada por la autoridad judicial para determinar si Agnes está cuerda antes de condenarla por infanticidio. A medida que se sumerge en el caso y en sus conversaciones con la Superiora del convento, Martha descubrirá que no todo es blanco o negro y que existe una amplia escala de grises en la vida… y en la angelical Agnes.
Comentario personal
El libro se lee del tirón gracias a un estilo ágil, con descripciones muy visuales (se nota que fue primero peli y luego libro, al revés de lo habitual). Este thriller psicológico sigue la estructura clásica de los dramas judiciales (crimen-investigación-descubrimiento de aspectos en principio no contemplados.) El personaje de Agnes parece inverosímil al principio. Habiendo sido criada desde niña en el convento, su ingenuidad se revela como consecuencia de su nulo contacto con el mundo («Querida, no creo que la oblea de la comunión contenga los nutrientes que tu cuerpo necesita», le dice Superiora cuando decide ayunar, a lo que Agnes contesta con seriedad: «Contiene a Dios»). ¿Por qué tan angélica criatura mataría al hijo del Señor?
El peso dramático del relato recae en la pragmática doctora Livingston y la vehemente Madre Miriam Ruth. Dos féminas con férreo carácter que colisionan en sus visiones del mundo («La Iglesia no tiene el monopolio de la honestidad, Madre», «Usted odia a las monjas», se escupen con diplomacia). A medida que sus charlas adquieren hondura, el lector descubre que ambas esconden traumas, resquemores y sorpresas (impagable la escena de las dos mujeres fumando bajo un cenador en la que la Superiora asevera: «No todos los santos fueron buenos. De hecho muchos estaban locos. Y aún así estaban unidos a Dios»). Sin desvelar nada, diré que en su confrontación reside el núcleo y desenlace de la trama. La novela consigue mantener el interés hasta un impactante final. Incluso para un ateo (es mi caso), resulta atractiva por estar bien escrita e ir más allá de la mera descripción de la vida conventual. Bajo su aparente sencillez, propone interesantes reflexiones sobre la vida y la trascendencia del ser humano.
Mi puntuación
8,5/10
Lo mejor: El constante duelo de diálogos, ágiles y la vez riquísimos. Lo peor: La deuda que arrastra con la peli, de la que no logra desprenderse como obra narrativa independiente.
Ficha técnica
Agnes de Dios, de Leonore Fleisher. Círculo de Lectores. 190 páginas. Encuadernación en tapa dura con sobrecubierta. ISBN 978-84-226-2187-8. Está descatalogado, por lo que solo puede conseguirse en el mercado de segunda mano.
Docendo Discitur 